El autismo y sus prejuicios

Escrito por Ricardo Alba Ábrego

Hacia arriba
Wassily Kandinsky, 1929
Este es el día mundial de la concienciación sobre el autismo, un día para tener presente este trastorno y la importancia de prestarle atención y difundir el impacto que ocasiona en distintos niveles. El autismo, así como varios trastornos que afectan el desarrollo y la relación personal, sigue siendo objeto de varios mitos y prejuicios que necesitan ser comunicados. 

Es a partir de nuestra sociedad y el cómo está constituida que los trastornos mentales tienden a ser el objetivo de nuestros miedos y desconocimientos. Pero en el momento de acercarnos a estas condiciones sin alejarnos del individuo quien lo manifiesta, nos damos cuenta que las etiquetas generales, son eso: juicios preformados que alimentan nuestros deseos de vernos distintos y ajenos a ciertos criterios médicos.


El autismo, en sus distintas manifestaciones, se generaliza por ser una condición que afecta el neurodesarrollo, manifestándose en dificultades en la interacción y comunicación con las personas que rodean a quien lo padece y se presenta con la dificultad de la flexibilidad de pensamiento. En primer lugar existe la idea de que una persona con autismo se encuentra aislado de los demás y por lo tanto de nosotros mismos, nada más falso que esto. Existe una dificultad del autista por comunicarse pero sólo de la misma forma a como lo hacemos la mayoría. Un autista se comunica y comunica mucho. Nos confronta a la hora de escuchar. 

Una persona que vive con autismo no podrá tener la misma oportunidad de expresarse a como nosotros lo hacemos, pero sus emociones hablan, no de la manera a como estamos acostumbrados, a veces esas emociones son sutiles suspiros o nos desconciertan en formas más altisonantes, pero ahí están y pueden ser entendidas si se está informado y alejado de nociones que generalizan a los autistas.

Si en algún momento tenemos la oportunidad de convivir con alguien que tiene este trastorno, es interesante lo mucho que nos puede entregar una experiencia así. En primer lugar nos vamos a encontrar con un mundo lleno de preguntas y curiosamente, falto de etiquetas y prejuicios, es lo que el autismo provoca: estar situado en un constante presente, fuera de ideas preconcebidas y de una gran honestidad que nos puede desbordar. Cuestiones que la sociedad no tolera por estar conformada de tal manera. 

Generalmente nosotros nos vivimos en otro tiempo, viendo hacia el futuro y estar constantemente recordando el pasado, pero el autismo nos entrega otro tiempo, un presente sin miramientos ni pretensiones.

Se puede aprender de lo que nos entrega el autismo, es una perspectiva muy directa del lenguaje -la persona con autismo es literal: se expresa de manera directa y no se anda con rodeos- y tiene la habilidad de contar con un mundo personal abundante en emociones y sentimientos. 

lunes, abril 02, 2018 comments feed

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